En la
historia solo el pasado habla,
un ayer desconocido,
un mañana borroso.
La
desdicha de una vida llena de humos, vicios, hielo,
y una llama apangándose.
Una ruina llamada amor,
el mayor de los temores,
el menor de los engaños,
la
pérdida de un tiempo llorado, u
na ganancia desfavorable.
Las dudas de un
encarcelamiento lleno de luz,
una luz negra sin vida,
sin nada que decir, sin
señales.
Una ruptura de pensamiento y conocimiento,
un momento,
una eternidad
llena de regazos y falsas verdades,
la alucinación de una búsqueda, la riqueza
de una pobreza.
El eterno
invierno de una civilización candente,
sin avances, pero con grandes
necesidades.
Quizás una
salvación sin salidas, una vieja juventud que se quedará en el olvido,
en un
recuerdo momentáneo de la destrucción y el odio de una sociedad avanzada y sin
preocupaciones,
pero con las mayores inquietudes calladas,
una sociedad en la
que no se qué hago,
qué busco,
ni qué conozco.
María Alexandra.
Dedicado a César Osorio, el gran sabio.
No comments:
Post a Comment