Saturday, November 18, 2017

T

Pensé que nuestro encuentro en México no pasaba de tres roces corporales, y un beso a medias...
La vida hoy me sorprende, o me sorprendes tú. Tengo un defecto fatal, y sí, es fatal porque a veces me roba oportunidades y seres: olvido reflexionar sobre los acontecimientos a tiempo, luego de días, semanas o años caigo en cuenta de mucho.

Después de esa conversación que tuvimos en julio de este año, han pasado varias borracheras, varios cuerpos, varios seres inesperados, y al final he leído nuestra conversación en la que nos asinceramos un poco de lo que sentimos en aquel momento, pero ¿Por qué nunca fue tan claro? ¿Hacia dónde estábamos yendo? Evidentemente, en direcciones contrarias y por eso todo se resumió en dos encuentros, dos veladas, dos noches.

Ahora me estoy preguntando ¿Por qué estoy un sábado escribiendo esta mierda? ¿Los sábados no son solo para beber como lo hago de manera habitual? SÍ, PERO NO AHORA. Por otro lado, me resuelve pensar que estamos a miles de kilómetros, y aunque las palabras cortan distancias, soy demasiado pesimista para esperanzarme con un encuentro prontamente. Finalmente, por eso escribo, para alejar el sinsabor y la añoranza, para cerrar la brecha que conduce también en vivir un mundo globalizado, dual: nos acerca y nos aleja. ¿Y qué es eso? Una trama de nuestros sistema tan absurdamente enredado y fugaz.

Quiero decir, T. Que la vida es extraña, que estoy en esos vaivenes en los que celebro haber vivido tanto y desperdiciado tan poco, que estoy feliz por haber sido feliz en ese momento, pero también es necesario que sepas que si en algún momento la vida nos pone en el mismo camino -sin duda- voy a estar más feliz de comenzar/concluir lo que un día no fue a tu lado.




Tú eres esta canción.
https://www.youtube.com/watch?v=5xGqUompVVQ