Caminos

En el transcurso de la vida,
Esta vida perdida,
los caminos abundan,
te engañan con el bueno y el malo,
te retan a lo prohibido,
pero ahí en lo prohibido,
no está el  placer, sino la lujuria,
no está el amor, está la sensación.
¡Aquí! ¡Allá!
Donde sea que te quedes hay humo, falacias y soledad.

Abrir

Abrir tu mente y equivocarte,

ilimitarse es errar.

Nada en cuanto el límite es la sociedad,

lo que piensas y sueñas no es tu realidad.

Lo que creaste ya estaba,

nada es nuevo en cuanto tu vida es un diario mas,

esa costumbre implacable,

esa penumbra de rareza en la genialidad. 

Bi-ví

En mi cuerpo reside el deseo constante de dos seres,

diferentes en lo que la sociedad dice,

iguales en lo que mi ser quiere.

Dichosa en la mente de un mundo soñado

 que en mi infinita niñez no pensé,

¡Triste! ¡Triste el aceptarlos! ¡Triste el aceptarme!

Mi mente envuelta en un vaivén,

de idas y regresos,

de risa y de lujuria,

pensamientos aniquilados por la extinción de conocimiento. 

Resalta en este cuerpo,

resalta la gracia de fingir,

y no estar,

resalta el sentir a solas,

en cuarto donde mi malestar es la mejor compañía. 

María Alexandra.

Shh

Silencio para que escuches tus pensamientos palpitar,
Silencio para que no sea soledad nada mas,
Silencio para que cada mirada atrás se convierta en fantasía.

Calla que tu lengua está envuelta en un sinsabor y palabrería.

Murmulla como si estuvieran todos pero con nadie,
Esta es la razón por la que hoy mi mirada es fija y basta,
No encontré,
No busqué, 
No llegó,
Sentí que que en cada ruido que hacía un silencio desolador me abrazó,
Y llenó de inmundicia mi poca razón.

María Alexandra.

Mundo

Busca en cada instante de tu vida
Lo que ha de llevarse la risa,
No es la diversión la que denota,
No es la emoción la que brota,
Es el devenir de las tristezas en este desterrado mundo.

Desterrado de naturaleza,  de sentimiento y de voz,
Calla la molestia y grita falsedad.

¡Mundo! ¡Mundo! ¿En qué momento te me volviste solo tierra?

María Alexandra.

Días

El verde inspirador de los días tranquilos,

Las plateadas estrellas de las noches  tristes,

La madrugada gris y sobria de un nuevo día,

La monotonía constante de un nuevo mañana,

La heteronomía implacable de las pérdidas humanas,

El agua derramada, llorada…  

El abismo agradable de las perdiciones,

Los dolores y las alegrías.

¿Cuánto?

¿Cuánta ciencia tiene que caernos para despertar?
¿Cuánta fe para dormir?

El sentido de lo común es intangible,
y el colectivo un opio inminente.

Creciente dolor de una sociedad que irradia vergüenza y demuestra fervor.
Cada que en tu voz yo oigo desvelo,
sueño que este mundo no desaparecerá,
porque pienso que así será,
pero en mi utopía el sosiego de vidas martirizadas abundan más.